viernes, 14 de marzo de 2008

Kosovo independiente, Europa dependiente

El mes de febrero de 2008 nos deja una fecha para la historia: el 17 de febrero Kosovo se proclamó independiente de Serbia. Alemania, el Reino Unido, Francia e Italia lo reconocían inmediatamente... siguiendo en esto a los Estados Unidos. Rusia se oponía a la medida. España no reconoce a Kosovo, pero los españoles seguimos pagando tropas que están allí para garantizar... su independencia.
Otra vez, y van muchas desde 1941, una cuestión central de la historia europea ha sido decidida por el criterio norteamericano sin que los europeos hayamos sido capaces de llegar a un acuerdo sobre ella (recuérdese el ejército alemán en 1954-1955, o Hungría 1956, o la guerra en Yugoslavia en 1995, o Kosovo en 1999).
Pero esta vez el asunto parece de envergadura: el precedente de reconocer un nuevo país, que sólo (o sobre todo) se mantiene por la presencia de tropas extranjeras en él, frente al criterio de otros europeos que se oponen a la medida, no parece augurar nada bueno. No es difícil adivinar qué intuyen los que se oponen a esa medida que deberían hacer para solucionar el problema de acuerdo con su criterio.
Sé que no era sencillo hacer caminar las cosas en otro sentido. Pero dudo que se haya valorado lo peligroso que puede resultar este precedente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Al igual que Estados Unidos, la OTAN parece dispuesta a apoyar la independencia de la provincia de Kosovo.
No hay que olvidar que Kosovo era una provincia de un país que ni pertenece a la UE ni tampoco a la OTAN, pero estos casos se aprovechan para reforzar el poderío de las alianzas y potencias occidentales, que participan de cosas que les son muy ajenas.

En la mayoría de estos países lanzados hacia el "sí" no se viven conflictos independentistas tan intensos como los de nuestro país, quizá por eso a sus dirigentes no les es difícil pronunciarse.
Por el contrario, la autodeterminación es un tema candente en España y el ejemplo de Kosovo puede traer de cabeza a quienes prometen un estado unido y compacto.

Lo que está claro es que los modelos económicos son un peso determinante a la hora de conformar los mapas políticos del mundo y que, en el caso español, si el modelo centralizado que funcionaba hasta ahora deja de hacerlo, nuestro mapa cambiará como ha cambiado el serbio.

Por otro lado, el tema racial ha sido clave en la independecia de Kosovo. Fracasa una vez más la convivencia entre culturas.

Parece ligado a la raza humana el afán por potenciar las diferencias culturales hasta el punto de la desunión de los pueblos. Pero, cuando sucede por decisión unánime de quienes allí viven, es terrible que no se acepte el desarrollo de un pueblo emancipado y las consecuencias sean conflicto, terror y muerte.

Sin embargo, esta separación fundada en la distancia cultural es básicamente económica en la práctica...
Si el "poderoso caballero" me lo permite algún día, formaré mi propio estado.

Rocío Aguilera.